Divorcio

Si logras encontrar a esa persona y sientes que es la indicada para poder hincarte y decirle “¿quieres ser mi socio(a)?” Hazte a la idea de que cada uno está aportando cualidades y capacidades diferentes a la empresa.
El introvertido, tal vez se quede en la oficina organizando todos los papeles, haciendo los trámites de gobierno y administrando el dinero, mientras que el extrovertido estará afuera haciendo clientes. Ambos son de suma importancia para el negocio, están generando dinero directa o indirectamente.
Es increíble la cantidad de veces que he encontrado empresas que tienen socios con estas características y en lugar de que lo vean como una fortaleza terminan con la hermosa frase de “pues tú no estás haciendo dinero, soy yo el que está afuera vendiendo”. Sí, amigo, es tu trabajo buscar ese dinero y es el trabajo del otro organizar y rendir cuentas de cómo y en qué se está gastando todo lo que estás trayendo. Pero no es que una parte sea más importante que la otra. De hecho esa armonía es primordial.
Podrás traer todo el dinero, como vendedor, que quieras. Pero de nada servirá sino se administran los recursos de manera inteligente. Así como de nada servirá administrar recursos que no se tienen. Es un ciclo hermoso que si no se valora puede terminar en divorcio.